Ser un consumidor inteligente no sólo implica buscar siempre los precios más bajos, más bien se trata de tener una noción clara de la relación calidad-servicio-precio, pues al final del día, no tiene caso comprar el artículo con el precio más bajo del mercado cuando éste se romperá apenas trates de usarlo .
Últimos estudios revelan que las empresas que tienen un buen nivel de excelencia presentan mayores resultados, dicho en otras palabras, los comercios cada vez se vuelven más conscientes de la importancia de atender satisfactoriamente al consumidor.
“Los clientes voltean más a ver a las pequeñas empresas como su primera opción, pues consideran que conocen mejor los productos y servicios que ofrecen, además de que muchas veces están más preocupadas que las grandes empresas por tejer un vínculo de lealtad con el cliente”
El estudio arroja que cuatro de cada 10 personas considera que al comprar perciben una actitud de buen servicio , mientras que 3 de cada 10 considera que con el paso del tiempo el nivel de servicio en sus consumos ha disminuido.
Si bien los precios es una de las premisas fundamentales, también debes tomar en cuenta que el servicio te genere una sensación de bienestar que valga el desembolso.
7 tipos de consumo inteligente:
1. Consumo consciente: Conocer nuestros derechos y obligaciones, así como asumir las consecuencias de nuestra manera de consumir. Es importante que si compras algo en rebaja conozcas las políticas de devolución y las condiciones de las garantías de bienes de alto valor como electrodomésticos, equipo de cómputo y fotografía.
2. Consumo informado: Comparar calidad y precio, pensando en satisfacer necesidades reales y en invertir antes de gastar.
3. Consumo crítico: Razonar ante la publicidad y la moda y valorarse uno mismo por lo que se es y no por lo que se tiene. Las campañas de publicidad siempre apelarán a despertar aspiraciones y necesidades fincadas en la modernidad y status, ten cuidado.
4. Consumo saludable: Una alimentación balanceada, evitar fumar y procurar un consumo que fomente el beneficio de la salud puede apoyar a que tus decisiones de consumo sean positivas de manera íntegra.
5. Consumo sustentable: Elige productos ecológicos que permitan ahorrar energía y agua, separar la basura y generar menos desechos.
6. Consumo solidario: Adquirir productos artesanales o de empresas socialmente responsables, con políticas laborales justas y procesos de producción limpios, ayuda a mejorar el tejido social.
7. Consumo activo: Hacer alianzas con otros consumidores. Las redes sociales permiten intercambiar experiencias de consumo para elegir mejor entre las marcas y los proveedores de servicios.