Todos tenemos hábitos buenos y malos. Cuando se trata de dinero, hay hábitos que pueden estar drenando nuestra economía, y tal vez, no te das cuenta de lo peligrosos que son. Aquí te hago una lista de los más comunes y evidentes. Si reconoces que más de la mitad de estos son parte de tu vida regular, busca ayuda.
1. Ir al súper sin lista.
Siempre tendemos a comprar cosas que no hacen tanta falta, pero sin una lista llenarás el carrito y a la final no comprarás lo que realmente necesitabas. Una de las ventajas es que por la pandemia se ha impulsado el comprar en línea o por teléfono. Ahora existen muchas aplicaciones y emprendimientos para hacerlo, tal vez pagues un extra por el “delivery”, pero de verdad se ahorra mucho en compras impulsivas, tanto por antojo de hambre como de vista.
2. No pagar las cuentas a tiempo o antes.
La cantidad de dinero que se nos va en multas, recargos e intereses de mora es muy grande, aunque no lo parezca. Hoy con internet, los servicios de banca móvil y online, pagar a tiempo es mucho más fácil.
3. Pagar solo el mínimo de las tarjetas.
El mínimo solo cubre los “gastos” del banco, si ese mínimo incluye algún porcentaje de capital no será mayor al 10% o 15%. Es la manera más rápida y segura de SUPER endeudarte.
4. Suscribirte a todos los servicios de entretenimiento que hay.
Conozco personas que tienen suscripciones pagadas de TV, cable o internet. Con 100, 200 canales. Crees que algún rato puedas ver todos?. Mas suscripción de HBO, FOX,…etc. Además de Netflix, Spotify, y ne se cuantos más.
5. Comer siempre fuera.
Es un lujo, y aunque probablemente lo vales, tu economía sufre mucho. Cocinar en casa no es tan difícil y puedes cuidar tu peso y alimentarte mejor. Deja las comidas afuera para ocasiones especiales.
6. Invertir emocionalmente, y/o asesorado por el amigo o vecino que se “está haciendo millonario” con un nuevo negocito y/o oportunidad que no te puedes perder.
La tentación del dinero fácil es muy fuerte, ten cuidado, averigua si el negocio es legal, busca asesoramiento profesional.
7. Quejarse de falta de dinero.
Tal vez este punto te cause risa o incredulidad, pero estoy seguro que el quejarse de la falta de dinero es directamente proporcional a la resistencia del dinero de caer en nuestras manos. Las quejas, nos desenfocan, a la vez que toman el tiempo y energía que necesitamos para producir.
8. No tomar nunca riesgos.
Este es otro mal hábito que además lo llevamos a todas las áreas de nuestras vidas. Si no arriesgamos, no hay nada del otro lado de la línea. Es como caminar esperando no movernos ni un centímetro. Invierte un poco en la bolsa, invierte una parte en ese negocito que tanto te atrae, y arriesga un poco. Claro, siempre informado adecuadamente, busca la asesoría de un coach o asesor financiero.
9. No saber usar la palabra NO.
Este hábito también golpea otras áreas de la vida (como la laboral y la amorosa), pero en las finanzas, el no saber decir que no instala un hoyo enorme en nuestro bolsillo que no se cerrará hasta que empecemos a usar esas dos lindas letras.
10. Hacer del shopping una terapia.
Que si salir de shopping te desestresa, mejor busca terapias alternativas. Haz ejercicio, métete al Tao, haz yoga, aprende a tejer; son mucho más eficientes y no se gasta tanto ¡Pruébalas!
11. Usar la tarjeta de crédito para hacer avances de efectivo.
Si eres víctima de este hábito, no hay nada que pueda yo decir que sea nuevo o inteligente
12. Usar muy a menudo las casas de empeño o a los “chulqueros”.
Una de mis tías tenía este hábito. A cada rato que se le acababa su dinerito y se iba corriendo a empeñar para terminar el mes o para darles un gustito a alguno de sus hijos. Mal negocio porque en no pocas ocasiones recobró las prendas pagando altísimos intereses y llegó a perder cosas que eran muy importantes para ella.
El “chulco” es como una ruleta rusa.
13. No dar mantenimiento
A la casa, al coche, a los dientes, al cuerpo y al cerebro! Reparar las cosas averiadas cuestan más que mantener las cosas que todavía no se rompen.
14. No comparar precios.
Es cierto que a veces quita tiempo y puede ser un trabajo extenuante, pero en cosas duraderas, en artículos tales como: electrodomésticos, computadoras, algunos muebles, seguros de vida, seguros de gastos médicos etc. Y no se diga de casas, departamentos o vehículos, no comparar precios y productos nos puede salir más caro.
15. No prevenir.
Este es uno de los hábitos más costosos. Todos nos enfermamos, podemos tener accidentes, perder el trabajo, los hijos crecen y pronto irán a la U, o ya querrás jubilarte (el tiempo pasa volando). El futuro no es tan misterioso, la verdad.