La tarea previa antes de empezar nuestra aventura de inversionistas, y plantearnos qué riesgos estaríamos dispuestos a asumir y los rendimientos que esperamos conseguir tras las decisiones de inversión que realicemos, debemos ser conocedores de cuál es nuestro perfil de inversor.
¿Qué es el perfil del inversor?
El perfil de un inversor se define por la relación que existe entre los riesgos que está dispuesto a asumir y los rendimientos que espera obtener. De los distintos tipos o categorías más comunes podemos posicionarnos dentro del espectro de los inversores; conservadores, moderados o arriesgados, en función de la capacidad de hacer frente a las posibles bajadas de los mercados y pérdida de nuestro capital. De tal manera que, en función de nuestro perfil de inversor, estaremos destinados a seleccionar activos muy distintos a otros, en cuanto a rendimiento y riesgo, siendo conscientes de que cuanto mayor sea la rentabilidad esperada, mayor será el riesgo que debamos asumir.
Por qué es importante conocer su perfil?
La determinación de nuestroperfil de inversorconstituye el primer paso y punto de partida para la posterior toma de decisiones, ya que nos facilitará realizar los filtros pertinentes para encontrar qué productos financieros encajan con nuestras necesidades y preferencias. Al margen de lo anterior, el intermediario financiero tiene la obligación de informarle debida y adecuadamente sobre las características y riesgos de los productos que vaya a adquirir. Por tanto, es imprescindible que entienda la información que la entidad le transmite, y que sea consciente del nivel de riesgo que asume en cada producto que contrata.
Asumir un riesgo inadecuado (más elevado del que se derive de sus preferencias) puede provocarle más de un disgusto.
¿Cómo determinar su perfil como inversor?
Para determinar nuestro perfil como inversor, debemos conocer las respuestas a las siguientes preguntas:
- ¿Cuál es mi punto de partida?
- Se trata de definir su situación financiera actual: ingresos, gastos, deudas, capacidad de ahorro presente y futura…
- ¿Cuáles son mis metas concretas?
- Es imprescindible determinar cuáles son sus objetivos financieros, de un modo realista y concreto. Por ejemplo, «alcanzar la independencia financiera» puede ser un objetivo demasiado difuso y poco operativo. Sin embargo, «ahorrar 15.000 euros en tres años para hacer un curso en el extranjero» sí es un objetivo concreto: incluye plazo, cuantía y finalidad.
- ¿De cuánto tiempo dispongo para alcanzar el objetivo?
- Esta respuesta depende de la anterior y le ayudará a determinar el tipo de productos que pueden interesarle.
- ¿Qué nivel de riesgo estoy dispuesto a asumir en el camino?
- Esta cuestión tiene un componente objetivo (su capacidad financiera, lo que puede permitirse perder) y otro subjetivo (sus conocimientos financieros, su forma de ser y cómo influye en su tolerancia al riesgo).
- ¿Necesito asesoramiento?
- Los productos de inversión y la operativa de los mercados son cada vez más complejos y requieren atención y seguimiento constantes, por lo que podría ser conveniente recurrir a la orientación de profesionales. En caso de que decida acudir a un profesional para que le asesore personalmente, éste se debe encargar de determinar su perfil de inversión.
¿Cómo encaja el riesgo financiero en el perfil?
Es importante que cada inversor reflexione para estar seguro de que el riesgo que está asumiendo en sus inversiones es compatible con su situación financiera y con su disposición a aceptar pérdidas si estas se producen. Puede ocurrir que su situación financiera no esté alineada con la tolerancia personal al riesgo; por ejemplo, si la capacidad financiera es buena pero no se desea asumir demasiadas pérdidas. Obviamente, el inversor debe ser especialmente prudente cuando su capacidad para asumir riesgos esté fuertemente limitada por su situación financiera, aunque se considere dispuesto a tolerar elevados niveles de riesgo. No obstante, tampoco debería rechazarse un producto por el mero hecho de que implique algún riesgo, ya que tal vez sea recomendable en el marco de una cartera bien diversificada. De hecho, una cartera equilibrada normalmente incluirá productos con diferentes niveles de riesgo.
Relaciones con los intermediarios (asesor, broker).
Las entidades financieras deben ofrecerle productos adaptados a su perfil inversor. Esto implica que, previamente, cada cliente ha tenido que ser catalogado con un perfil basado en su historial de operaciones o en sus respuestas a una serie de preguntas (comprensión del producto, si lo ha comprado anteriormente y nivel de riesgo que está dispuesto a asumir). No tema proporcionar esta información, ya que su entidad tratará estos datos de forma confidencial. Es necesario para que la entidad pueda conocerle mejor y ofrecerle los productos más adecuados a su perfil. Así pues, no sólo es importante responder a estas cuestiones, sino que debe exigir que su intermediario se las plantee.
Asegúrese de que su intermediario financiero le tiene catalogado con el perfil adecuado, ya que puede que su valoración no coincida con el que usted se atribuye. Es imprescindible que usted se sienta conforme con el perfil que le haya asignado la entidad.
Tenga en cuenta que…
- Conocer el perfil inversor no es sencillo, ya que implica valorar elementos subjetivos y difíciles de cuantificar, que quizá ni usted mismo conozca con certeza: ¿sabe con exactitud hasta qué punto está dispuesto a arriesgar su dinero?
- No existe una clasificación exacta, con perfiles absolutos, en los que un inversor encaje a la perfección.
- El hecho de ser catalogado como inversor conservador no quiere decir que, en un momento dado, no sea conveniente para usted invertir parte de los ahorros en productos destinados a inversores más agresivos.
- El paso del tiempo, los cambios en la situación financiera y otras circunstancias personales, incluidas las experiencias que se van acumulando hacen que el perfil inversor pueda experimentar modificaciones.
Una vez que determinemos nuestro perfil de riesgo seremos capaces de tomar mejores decisiones de inversión, evitando muchos de los errores habituales de los inversores.